7.- Persecución

Gracias, en serio muchas gracias, este capi es un poquito mas largo y tambien contiene un poquito de calor asi que si son sensibles a esto mejor pasen.


----------[[[[[Regresa a mi...

7.- Persecución.

[Leah]
Seguí buscando su rastro y lo encontré junto al río. Miraba su reflejo en el agua, y su postura y actitud me hizo saber que había estado en lo cierto. Era nuevo en esto. No sabia como acercarme a el, no sabía que decirle ni que hacer. Mi presencia lo alerto, pero no se volvió a mirarme instintivamente empezó a correr paralelo al río, y después se interno en el bosque, lo seguí entre la masa espesa de arbustos y ramas. Corría muy rápido, increíblemente era más rápido que yo, que soy la mas rápida de las dos manadas.


Esto en lugar de hacerme sentir mal como hubiera sido con cualquier otro me hizo sentirme mas atraída por el. Tenia que alcanzarlo. De pronto se paro en seco, y yo también, metros lejos de el. Estábamos en un claro del bosque, no muy grande, uno de sus extremos estaba recortado por una pared de la montaña, debió ser eso lo que lo detuvo, pensé. Pero entonces se desplomo, aun no me había visto, en ningún momento en toda la persecución había volteado a mirarme.


Se dejo caer en el suelo, y se tapo la cabeza con las patas, había tanto dolor en el, sentía que me traspasaba, quería consolarlo, abrazarlo y decirle que todo estaba bien. Casi había esperado oír sus pensamientos, pero por alguna razón no podía hacerlo, supuse que era porque ahora habiendo dos manadas, el tenia que decidir a cual unirse. Estando así no podría hablar con el así que me concentre y salí de fase. El no levanto la cabeza, y mientras me ponía los pantalones, sentí la pequeña figura en el bolsillo. La saque y con cuidado para no sorprenderlo me acerque a El.

Al principio no dije nada, solo me senté junto a el, lentamente puse mi mano sobre una de sus patas, y con la otra deposite el pequeño lobo, en el suelo frente a El. Solo unos segundos pasaron, el no se movía.

-No tengas miedo, esto es quien tú eres y esta bien. Eres hermoso, no te asustes. Te entiendo, Yo también soy como tu.-

Solo eso basto para que el levantara la cabeza y me devolviera la mirada que tanto deseaba. Mi corazón se sintió explotar de emoción.



[Anthony]

No se cuanto tiempo llevaba ahí, contemplando mi nuevo rostro, preguntándome si así sería de ahora en adelante o si había alguna manera de volver a ser quien era antes?.Una parte de mi estaba con Leah, pero no quería pensar en ella porque era demasiado doloroso, sentía que la iba a perder, un sentimiento tonto porque ella ni siquiera era mía, pero al mismo tiempo, haber estado tan cerca, haber sentido que podía hablar con ella, tocarla, abrazarla. Y las nuevas sensaciones que me llenaron cuando nuestros ojos se encontraron. Ahora todo eso estaba perdido.

Mis sentidos ahora muchísimo mas alertas, me avisaron de la presencia de algo a mis espaldas, unas pisadas que venían en mi dirección. No lo pensé, no quería saber que o quien era, yo nada mas quería estar solo.

Corrí por correr, al principio seguí la línea del río pero aun me seguía, sentí la adrenalina fluir por mis venas impulsándome a ir mas rápido. Si seguía por este camino, no iba a perderlo, me adentre en el bosque y fue entonces cuando me di cuenta de la velocidad a la que estaba corriendo, todo a mi alrededor pasaba como una mancha verde, aun así, no era difícil identificarlo todo, mis ojos y mi mente estaban preparados para asumir la velocidad a la que corría, y podían registrarlo todo en la misma frecuencia. Era muy emocionante pero también aterrador. Mi perseguidor, parecía tener la misma velocidad, lo sentía justo detrás de mí, no me gire a mirarlo, estaba demasiado preocupado buscando una ruta de escape, un escondite; sea lo que fuera, yo era la presa.

Sus pisadas eran muy poderosas, de pronto un muro de piedra me corto el paso y la luz del sol me deslumbro. Había entrado en un pequeño claro irregular del bosque. Esto no tenia sentido, podría correr en otra dirección, pero realmente quería hacerlo?... Una parte de mi me decía que no, que no importaba lo que fuera, si era la muerte la que venia tal vez seria mejor que enfrentarme a esto... No sabía como manejarlo, tenía mucho miedo y sobre todo sentía que me estaba volviendo loco. Esta era una pesadilla, yo solo quería despertar. Pero el sueño no terminaba, me deje caer al suelo, y me rendí, ahora quería encontrarme con el, una fuerza irresistible me empujaba hacia lo que fuera que estaba a mis espaldas, como la sensación que tuve cuando sentí que debía ir hacia el río en un principio.

¿Qué sentido tenia luchar contra esto? Era más fuerte que yo. Y era irracional además, la adrenalina me decía que debía correr o luchar. Pero algo adentro de mi me decía que no, que me quedara ahí, que no me moviera. Obedecí lo segundo, porque era mucho más fuerte y crecía con cada latido. Me quede quieto, y pude escuchar el sonido de una brisa calida pasar junto a mi. La respiración entrecortada del otro, latidos acelerados; después supe que estaba junto a mi, se acomodo a mi lado y sentí una mano calida sobre mi garra.

Una mano?... Humana!... Su pulgar acariciaba en círculos mi pata. Y luego una voz.Su voz.

-No tengas miedo, esto es quien tú eres y esta bien. Eres hermoso, no te asustes. Te entiendo, Yo también soy como tu.-

Y ahí estaba ella junto a mí, sus ojos negros sobre los míos, con una expresión de infinita confianza. Y de pronto no importaba nada mas, no importaba quien era yo, ni en lo que me había convertido. Que acababa ella de decir?... “Yo también soy como tu…” era eso posible?... Si eso fuera cierto, si ella pudiera entenderme ya no habría nada que me detuviera, excepto si ella no me amaba como yo, eso en realidad tampoco importaba porque no cambiaria la forma en la que la veía.
Pero ahí estaba en sus ojos, el brillo que había esperado, y sentí que por mi cuerpo corría una corriente eléctrica. Casi podía ver la maravillosa conexión entre nosotros, y si antes sentía que la amaba ahora era mil veces mas fuerte, jamás me creí capaz de sentir esto. Cada parte de mi, anhelaba esta mujer que tenia enfrente, quería verla feliz, saber que era yo quien podía lograr eso en ella.

Ella se quedo con la boca entreabierta mirando mis ojos también, de una manera que me hacia sentir que volaba, de pronto se abrieron un poco mas en sorpresa y reconocimiento.
-Anthony??... Anthony!! Eres tu!!
“Siii”… quise responderle, pero no podía… Ella sabía quien era y no me tenía miedo, al contrario me miraba con entendimiento. Había dicho que era como yo, pero ella estaba en dos pies y un par de manos, hablando conmigo completamente vestida, como si nada. Como se hace eso?... Como vuelvo a ser yo?...

Como si adivinara mis pensamientos ella puso sus manos a los lados de mi cabeza. Y me acaricio.

-Shhh… shhhh tranquilo. No pasa nada… si te relajas volverás a ser tú. No te asustes, tranquilo, tomara un tiempo acostumbrarte, pero estarás bien, en serio.

La clave era tranquilizarme, pero como?... Como dejaba de tener miedo?... Por un momento mire mis patas enormes y sentí de nuevo pánico.

-Mírame Anthony… mírame… no pasa nada, te prometo que estarás bien, no dejes de mirarme, respira profundo… Así, tranquilo.

Sus ojos eran lo único que podría calmarme, así que me concentre en ellos, en explorar su profundidad, en tratar de leer los pensamientos y emociones detrás de ese brillo especial. Ella se veía feliz, preocupada por mí pero aun así feliz. Mas feliz de lo que no la había visto jamás. Sus dedos enredándose en mi pelo empezaron a hacer su efecto. Y sentí como el calor se iba concentrando en un solo punto, en el centro de mi cuerpo. No dejé de mirar sus ojos, ni siquiera cuando ella quito sus manos, y de pronto era yo otra vez. Renuente, quite la mirada de sus ojos para ver de nuevo mis manos. Seguía “a cuatro patas” en el suelo, ella estaba hincada junto a mí con la cara a la altura de la mía. Las lágrimas me sobrepasaron y me hice una bola, abrazándome las rodillas. Ella se acostó junto a mí y me abrazo con fuerza. Trate de ocultar mi rostro para que no me viera así, yo había aprendido a ser fuerte, a no dejarme llevar, no me consideraba un cobarde, pero esto era demasiado.

Ella me beso la frente, y me dijo: -Llora, yo también llore mucho cuando me paso a mí. No es algo que se pueda dominar fácilmente, y no eres un cobarde por llorar.- Siguió besando mi frente, mis cabellos, como cuando éramos muy niños y yo me escondía en su sótano.

Eventualmente logre calmarme lo suficiente y entonces la abrace. La apreté a mi pecho desnudo y la bese en la coronilla. Ella se estremeció un poco.
-Leah!... no sabes que bien se siente estar contigo de nuevo. Aunque sea de esta manera, no me importa, si con eso puedo estar contigo otra vez.


Eventualmente logre calmarme lo suficiente y entonces la abrace. La apreté a mi pecho y la bese en la coronilla. Ella se estremeció un poco.

-Leah!... que bien se siente estar contigo de nuevo. Aunque sea así, no me importa, si con eso puedo estar contigo otra vez.
-Me creerías si te dijera que no me había sentido tan feliz, nunca?.
-Si, porque en este momento soy el hombre mas feliz de la tierra.
Y la bese. Desesperado bese su frente, sus mejillas, sus parpados cerrados, ella me besaba a mi también donde sus labios alcanzaban mi piel, y entonces nuestras bocas se encontraron una con la otra. Mi cuerpo reacciono a la sensación de sus labios moviéndose junto a los míos. Su sabor era único, embriagador. La apreté aun mas a mi cuerpo desnudo. Ella hizo su abrazo mas fuerte también y sentía sus manos recorrer mi espalda, con mi lengua delinee el contorno de sus labios y ella soltó un suspiro pero no se alejo de mi, al contrario, sentí como sus uñas se clavaban un poco en mi cintura atrayéndome mas a ella.

Rodé dejándola presionada entre el pasto y mi cuerpo, podía sentirla contra cada parte de mi piel. Después de todo no había mucha oposición al roce de su piel contra la mía, ella apenas tenia ropa y yo me había quedado sin ella.

No podía creer la manera en que respondía a mis besos y caricias, como si supiera exactamente lo que yo esperaba recibir, sin siquiera pedírselo. Mis manos también la tocaban de una manera que no entendía, se movían sobre su piel como si no me pertenecieran, no hacían lo que yo quería sino lo que ella necesitaba. Enganche una de sus piernas alrededor de mi cadera, mientras besaba camino abajo por su cuello.

Mis manos y piernas temblaban con la emoción del momento, era algo tan grande que no podía controlar; ella también temblaba, pero no de la misma manera. Lo de ella era placer, lo mío era otra cosa. De pronto ella se dio cuenta de lo que pasaba y relajo su abrazo inmediatamente, sus labios se quedaron congelados junto a los míos.

-Anthony relájate!- me dijo con la respiración entrecortada, sus labios aun rozando los míos-... si sigues así serás lobo otra vez.

Trate de obedecerla, mantuve los ojos cerrados fuertemente, e intente serenar mi respiración, pero era imposible, sentía que mi cuerpo ardía de muchas formas distintas. Ella quiso sacarse de mi abrazo, y romper así el contacto entre nosotros, pero al intentarlo su piel rozo la mía, de una manera que no estaba preparado para soportar y eso basto para hacer que explotara otra vez.

Mi cuerpo se convulsiono sobre Leah y yo sentí pánico de hacerle daño, el enorme lobo en el que me estaba convirtiendo era mucho mas grande y poderoso, y hace un momento al tenerla entre mis brazos la había sentido tan pequeña tan frágil. Noooo!!!...

1 comentario:

romii dijo...

o dios!!!!!! se esta transformando con lia en sus brazos... que no le pase nada porfavor uyyyyyyy.... jaj... esta excelente el capi chica, besotes y nos leemos pronto =)